Consenso de expertos sobre el diagnóstico y el tratamiento de la neumonía neonatal por Mycoplasma pneumoniae (2024) parte II
III. Diagnóstico de la MPP neonatal
1. Cumplir con las manifestaciones clínicas e imagenológicas de neumonía neonatal, el diagnóstico de MPP neonatal puede combinarse con cualquiera de los siguientes:
1) Sangre periféricaAnticuerpo MP-IgMpositivo;
2) MP-ADN o ARN positivo en frotis de garganta o esputo;
3) Antígeno MP positivo en frotis de garganta o esputo;
4) Cultura parlamentaria positiva.
2. Al cumplirse los criterios diagnósticos de MPP, se consideró como MPP neonatal grave una de las siguientes condiciones:
1) Frecuencia respiratoria ≥70 veces/min o apnea;
2) Olor pulmonar y estertores húmedos y/o signos de consolidación;
3) Las imágenes pulmonares muestran afectación pulmonar ≥50% o acompañada de derrame pleural;
4) El análisis de gases en sangre indicó insuficiencia respiratoria;
5) Complicaciones extrapulmonares graves que amenazan la vida.
Recomendación 4:
Durante el período epidémico de MP, es necesario otorgar gran importancia a la MPP neonatal, prestar mucha atención a los cambios en la condición de los recién nacidos que cumplen los criterios de diagnóstico de MPP e identificar a tiempo la MPP grave.
Cuando un recién nacido es diagnosticado con MPP y continúa con fiebre después del tratamiento formal con macrólidos durante 72 h, sin mejoría o mayor agravamiento de los signos clínicos y las imágenes pulmonares, además de estar alerta a MPP no respondedora y MPP refractaria, también se deben considerar otras infecciones bacterianas, virales y fúngicas. Se recomienda mejorar la detección relevante a tiempo. Y dar el tratamiento adecuado.
Ⅳ. Tratamiento de la MPP neonatal
Aunque la incidencia de MPP en recién nacidos es relativamente baja, aún puede presentarse fiebre persistente y empeoramiento de los síntomas clínicos, insuficiencia respiratoria o complicaciones extrapulmonares potencialmente mortales. El tratamiento temprano puede reducir la probabilidad y gravedad de las secuelas de la infección por MP. Debido a la falta de pared celular, la MP es resistente a casi todos los β-lactámicos, sulfanilamida, trimetoprima, rifampicina y otros fármacos que actúan sobre la pared celular bacteriana. En la actualidad, no existe consenso nacional e internacional sobre la selección, dosis y curso de tratamiento de los fármacos antibacterianos para la MPP neonatal. Los macrólidos pueden reconocerse como la primera opción de fármacos terapéuticos.
Recomendación 5:
En el caso de los recién nacidos con diagnóstico de MPP, se deben administrar macrólidos lo antes posible. La primera opción es eritromicina 20~40 mg/(kg·d), dividida en 2~3 dosis, durante 10~14 días, o azitromicina 10 mg/(kg·d), una vez al día, durante 3~4 días, que se puede prolongar hasta 5~7 días si es necesario. Después de un intervalo de 3~4 días, se inicia el segundo ciclo de tratamiento, durante un total de 2~4 semanas. En el caso de los casos graves o de los niños que no pueden ser alimentados por vía oral o que presentan trastornos de absorción gastrointestinal, se eligen preparaciones intravenosas para el tratamiento inicial y, una vez que la afección se estabiliza, se cambia al tratamiento secuencial de fármacos por vía oral.
Recomendación 6:
Cuando hay MPP que no responde o MPP refractaria a los fármacos macrólidos, el plan de tratamiento debe ajustarse según la afección. Con el consentimiento informado del tutor, se pueden seleccionar nuevos fármacos de tetraciclina o fluoroquinolonas si es necesario. Mientras tanto, se deben mejorar activamente las pruebas de sensibilidad a los fármacos y el electrocardiograma, las pruebas de función hepática y renal y las pruebas de función inmunológica; cuando aparecen MPP refractaria y MPP grave, se pueden utilizar glucocorticoides (metilprednisolona) o gammaglobulina según corresponda. Se deben adoptar diferentes procedimientos de tratamiento según la gravedad clínica del niño, como se muestra en la Figura 1.
Ⅴ. Prevención de la MPP congénita en neonatos
Recomendación 7:
En vista de los resultados adversos maternos e infantiles después de la infección por MP, se debe prestar atención a los recién nacidos de madres infectadas con MP. madres, identificación y evaluación oportuna de la detección relacionada con MP e inicio oportuno de medidas de intervención específicas basadas en los resultados de las pruebas y el juicio clínico.
Ⅵ. Conclusión
Las manifestaciones clínicas de la MPP neonatal son variadas y es fácil que pase inadvertida y se diagnostique erróneamente. La mayoría de las MPP leves tienen un buen pronóstico y, si evolucionan a MPP grave, existe una mayor tasa de complicaciones y riesgo de muerte. Se deben proporcionar medios de examen razonables lo antes posible a los neonatos sospechosos de MPP y, en el caso de los niños diagnosticados con MPP, se debe seleccionar un plan de tratamiento adecuado según la gravedad de la afección. Para lograr una identificación temprana, un diagnóstico temprano y un tratamiento temprano.