Los trastornos gastrointestinales, como la enfermedad inflamatoria intestinal y el cáncer colorrectal, son frecuentes y pueden tener consecuencias graves si no se detectan en una etapa temprana.

La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que afecta el colon y el recto. Se caracteriza por episodios recurrentes de inflamación, que provocan síntomas como dolor abdominal, diarrea y sangrado rectal.

Si nuestro cuerpo muestra estas siete señales típicas, puede ser una señal de que nuestros intestinos están llenos de toxinas.

La inflamación intestinal está estrechamente relacionada con la piel. El intestino es uno de los órganos inmunes más grandes del cuerpo y, al igual que la piel, es una interfaz externa en nuestro cuerpo. Hay cientos de bacterias y otros microorganismos en el intestino, que conforman la microbiota intestinal y desempeñan un papel vital en el mantenimiento de nuestro sistema inmunológico, la digestión, la absorción de nutrientes, etc.

La población mundial de tumores intestinales es muy grande: en 2020 se registraron 1,93 millones de nuevos casos de cáncer de colon y recto y 916.000 muertes, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los tumores intestinales tienen un impacto significativo en la salud y la calidad de vida de las personas en todo el mundo.

La temporada alta de enfermedades gastrointestinales se da de junio a octubre de cada año, con síntomas como diarrea, dolor abdominal, eructos y pérdida de apetito, que se convierten en una carga oculta para quienes padecen malestar gastrointestinal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 hubo 479.000 casos nuevos y 374.000 muertes por cáncer de estómago en China, lo que representa el 44,0% y el 48,6% de los casos nuevos y muertes por cáncer de estómago en todo el mundo, respectivamente.